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info@mayaocean.comagosto 4, 2021
Cuando un extranjero quiere comprar una propiedad – para uso propio o renta – en la zona restringida de México, se les solicita que lo hagan a través de un fideicomiso. El fideicomiso es una asociación entre un individuo que busca comprar una propiedad y una institución financiera mexicana. El fideicomiso no es una hipoteca ni un préstamo.
Es estrictamente un contrato que permite que el banco tenga el título de la propiedad, pero solo responde al beneficiario, en este caso, el comprador.
El fideicomiso da derecho al beneficiario a ser propietario, vender, vivir, rentar, regalar, dejar como herencia, remodelar o mejorar la propiedad.
De hecho, por ley, el banco no puede tomar ninguna acción de la propiedad sin tener consentimiento por escrito del beneficiario.
Cualquier variación en el mercado, como ganancias o pérdidas, afectan al beneficiario directo, no al banco.
Los fideicomisos tienen una duración de 50 años y son renovables al término del periodo.
Si el beneficiario deja en herencia la propiedad, esa persona se vuelve el nuevo beneficiario y tendrá control sobre la propiedad, pudiendo renovar el periodo por otros 50 años.
En 1973, el gobierno mexicano aprobó una ley llamada Ley de Inversión Extranjera.
Esta ley reconoce la costa mexicana como un gran activo económico y una forma de invertir en la región.
Por esto, se prohibió la propiedad legal extranjera, creando la zona restringida.
En 1989, se modificó la ley para permitir que los extranjeros pudiesen comprar propiedad a través del fideicomiso.
La zona restringida comprende cualquier área a 50 kilómetros de cualquier costa mexicana y a 100 kilómetros de cualquier frontera con otro país, por ley.
Cualquier propiedad en la Riviera Maya, por ejemplo, se ubica dentro de la zona restringida y, por ende, requiere de un fideicomiso.
Para configurar un fideicomiso, deberás de encontrar una institución financiera mexicana que tome el título de la propiedad.
Una vez encuentres al banco de preferencia, deberán de generar un acuerdo que especifica los beneficios y obligaciones del beneficiario (como pago de impuestos), y en donde deberás de definir a un segundo beneficiario que herede la propiedad en caso de muerte o enfermedad.
Configurar un fideicomiso no es gratis, desafortunadamente, y requiere de una inversión que varía entre instituciones.
Sin embargo, puedes prepararte para pagar alrededor de $700 USD, al igual que cuotas anuales por el servicio.
Debes considerar que, para abrir un fideicomiso, tienes que alertar al Ministerio de Relaciones Exteriores de México.
Ellos te otorgarán el permiso para comprar bienes raíces a través de tu abogado o agente inmobiliario. Dependiendo de en dónde hagas el trámite (en Ciudad de México o en el estado donde comprarás), el proceso puede tomar de 5 a 30 días.
Una vez teniendo tu fideicomiso, puedes comprar tu propiedad en la zona restringida de México.
El proceso de compra es el mismo que en cualquier lado, excepto que tu inversión pasa a través de un fiduciario, es decir, el banco.
El proceso incluye a tres partes (vendedor, comprador y fiduciario) y toma aproximadamente un mes, con un costo de $2,500 USD.
Comprar propiedad con un fideicomiso tiene sus limitaciones.
El terreno no debe ser mayor a 2000 metros cuadrados, y el fideicomiso solo se puede usar para una sola propiedad.
Si consideras comprar más propiedades, deberás de pensar en abrir una corporación mexicana o usar in fideicomiso individual para cada propiedad que compres.